No se lo cuentes a nadie
pero suave como una loma
se balancea sobre mí
riendo cual diosa de la alegría
jugando a las escondidas
simulando ser la luna
camuflada en mis manos hambrientas.
Y así nos transcurre la vida
eufórica
llena de novedades exquisitas
mientras afuera cae la nieve virgen
o sale el sol tan potente
y nacen crecen y mueren
y resucitan y vuelven a morir
ad infinitum los seres y las cosas
sin jamás interrumpir
esta religiosa actividad sorprendente
que reinventamos
día tras día
con total impunidad.
Ian Welden-
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