Camino descalza
por los senderos de mi historia,
mientras mis manos se sumergen
en manantiales de esperanza.
Descalza
tras el velo sutil de rostros de apariencias,
y en libre vuelo voy, con la piel desnuda,
buscando el horizonte por donde sale el sol.
Descalza
cuando nos maquillan la Dignidad
por el deber inobjetable,
la mía, posee raíces siempre eternas.
Descalza
sobre los vidrios rotos de la nostalgia,
que esgrime la adversidad
de mi auto exilio.
Caminando descalza,
en un tiempo, no sé cuando,
cruzaré el puente
con mi ilusión a cuestas.
Xenia Mora Rucabado-