Un pájaro muere en Hiroshima
el espanto camina su piel agujereada
él la contempla
las cuencas vacías de los ojos
muerden su cintura
lámpara fugaz en la vigilia
el aire huele a nostalgia
los huesos se humillan en simple valentía
un pájaro muere en Hiroshima
la boca se despierta
y las alas vuelan sobre el muro
la ciudad absorta
cuida su instinto de quietud
y llora su agosto de sol
te amo dice él
mientras abarca el vacío de sus cejas
luz que no contempla
soledad de dos es compañía
con mi nombre que fui
escribo tu hermosura
te amo dice ella
mientras grita el dolor
el mar desata su corazón de pez
tímidamente
alegría y pudor desvisten
su coraje de ausencia entre las ruinas
porque dos inocentes se aman en Hiroshima
Alba Estrella Gutiérrez-