Recházame, maldíceme, déjame de lado
pero hazlo con palabras,
grítamelo, para que comprenda y entienda,
que no me necesitas, no me nombres no cejes
en tu porfía de decirme que no soy tu eco y melodía.
Apártame de vos y de tus letras.
Sosiega mi alma, embriágame con tu olvido
y tu desdén.
Quiero dormir en paz, comulgar con tus silencios. . .
Borra tu nombre de mi página en blanco,
repíteme que no navegue en tus letras sé como esas aguas
del Leteo que al beberlas pueda olvidarte.
Consagrado Maná en mi desierto,
vuélvete cicuta, mátame hoy…
Victoria Asís-