Se aquietan las penumbras
amanece la voz
vistiendo mi alma ocre
con rojo de espera
-vacilo entre la soledad y la vida-
Crispo mis sentidos
aúllo a la luna que no está
y atrapo ojos sin párpados
en mi desnudez
con ropaje de mujer-señora
Erguida en el dolor
camino hacia el no ser
tropiezo con el hoy de mi ayer
y te encuentro
mi olor de loba en celo
te atrae
tu deseo hacia mí se yergue
vencida y ardiente
abro mi alma a tu destino
avanzo hacia el futuro que no es
y me desaguo fusionada en tu vertiente
Se inquietan las penumbras
anochece la voz…
El magma de mí
duerme a tu lado.
De Cuarto de espejos
Graciela Pucci-