Necesito un otoño que me salve
de la cruda aflicción de este verano,
de la cruel humedad de los mosquitos,
de saber del invierno interminable.
En la olla del almuerzo hay un reclamo,
su injusticia no entiende de poesía.
Habrá que abandonar verso y poema
por la angustia del vapor en rebeldía.
María Alicia Esain-