Ya tenía el sol en el camino
mi pisada de loba al final del laberinto
hasta guardaba mis sudores
en todos los silencios.
Escupía los besos con un golpe de llanto
vos robabas los míos mordiendo las palabras
vos pecabas de encierro y de traiciones
vos
…abandonaste el espacio de sonidos
manchando esas noches de pieles y de lunas.
Ya no me parezco a ninguna
y me voy perdiendo en espejos
que se amontonan en los estantes del viento.
Hoy, ajeno, intruso en mi dolor
te dejo en un olvido inolvidable
para acostumbrarme a no verte adonde estabas.
María Manetti-