Lo que ayer escribimos,
los poemas que fueron,
todo tuvo un nacer ya fenecido,
todo tuvo su tiempo.
Seguimos caminando nuestras vidas
ellos quedaron quietos,
detenidos en rumbos
de poesías y cuentos…
Será por eso que tal vez, ahora,
los sentimos tan lejos.
Hay resabios de algún distante día,
alguna noche que fijó un momento,
la tarde en que vivimos esas líneas
con ansiedad de estreno;
hoy rezago en un margen de memoria,
un nostálgico archivo de recuerdos,
destino compartido en que ya mismo
también se adentra esto.
Aun así, persistimos en la saga.
Aun así, continuamos escribiendo.
Telma Vaernet-