Camino en mitad de la noche, ahí
donde no acude al conjuro la voz
que quisieras ni la sombra fiel de Lenore
bajo el círculo de oro llega. No,
sabes ya que no hay otro sol más allá
ni otro tiempo que hoy para el viaje
agotador de los huesos. Apenas un ligero
dilatarse la espera, un susurro del viento
entre las hojas del bosque, tan lento
Y en cornisa buscarse, amanecer a lo lejos.
Alejandro Drewes-