Y pasas por la vida sin amarras
con tu actitud eterna de viajero…
Fóbica inmadurez de cualquier ancla,
soledad con escudo hecho de hierro,
sentir superficial que no se arraiga,
señales de peligro en el afecto.
Nunca cruzar el área compartida,
beber del mismo vaso, ni por sueño.
Terror de caminar iguales pasos,
cancelar cercanías ante el riesgo.
Entretanto, la vida se te escapa,
la vejez luce garfios en acecho,
y tú juegas a ser el siempre joven
mientras quedas a solas con tu juego.
De Poesía y Cuento
Telma Vaernet-