Como imaginarte después de tanto tiempo
cuando aún tu piel sin arrugas y
el cabello con algunas hebras blancas,
iban de tu paso firme y resuelto.
Los sueños surgiendo sin esperas.
Seguras y ágiles las manos.
La voluntad apenas cansada.
Tus ojos sin demasiadas sombras.
El alma con historias breves
y los afectos a flor de piel.
Como imaginarte hoy anciana.
Busco imágenes en mi memoria,
fantaseo tu rostro sin referente.
Solo sé que mil veces
desee estar con vos, escucharte,
ver juntas un atardecer.
Abrazarte fuerte.
Mostrarte mi orgullo de madre.
Solo de esta forma puedo imaginarte
como eras, hace tanto
y sigues siendo en mi.
Con el alma y los brazos
abiertos dispuestos a cobijarme.
Graciela Di Laudo-