Poemas

Dios

Regreso a Tí,

cuando las sombras de mi tarde

caen impiadosas sobre la presentida noche

del silencio

y no traigo nada en mi mano para darte;

ni la candidez de mi niñez lejana,

ni la oración primera que mi madre me enseñara,

ni la fe, resguardada en la esperanza…

 

Sin embargo,

regreso a TI a cobijarme en tu gracia;

a ofrecerte mis manos unidas,

suplicantes,

en la actitud de aquel que pide todo

sin entregarte nada;

solamente,

¡el pedirte perdón, por la tardanza!

 

Gustavo Córdoba-

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