Es un muro que nos espera
o la sombra de ese horizonte
que aún lejanamente vislumbramos.
Se encuentra entre la luz y las cenizas
entre el alba y la noche
entre la vida y la muerte.
Queremos olvidarla,
hacerla desaparecer
taparla con una túnica verde
con árboles a los costados.
Pero está,
muda y remota,
invencible,
como una bella roca,
esperando en el final del camino.
Del libro Caminos
Amalia Mercedes Abaria-