Fugitiva de las horas y los días,
Fugitiva de la cárcel de memorias
soy cautiva en cada etapa
con los grillos de la pena
incrustados a la espalda.
Acantonada en mi fangal
y, venial en la queja
dejo celdas, a sabiendas
de otras celdas,
trepo muros
a sabiendas de otros muros.
Viva y de pie.
Del libro de la autora: Los Indicios
Haidé Daiban-