¿Por qué un poeta deja de escribir?
¿Porque el misterio ya no lo seduce?
¿Porque el niño que llevaba dentro lo alcanzó en edad?
¿Porque un día le falló el corazón
y los sueños lo dejaron solo?
¿Porque perdió el boleto y la esperanza,
el asombro a la vuelta del correo?
¿Porque eligió vivir? ¿Porque eligió morir?
¿Porque la búsqueda de la verdad
lo llevó a descubrir que la verdad no existe?
¿Porque el agrio presente desairó sus versos?
¿Porque ya no le queda nada por decir
y la futilidad de la belleza le parece obscena?
¿Porque el silencio era el lugar de arribo?
¿Porque fue derrotado por las palabras?
¿O habría que preguntar más bien
por qué un poeta escribe, por qué en su soledad
decide asomarse al abismo de una hoja en blanco
-un desafío del que ninguno sale ileso-,
aunque, en el fondo, esto tampoco tenga explicación?
César Cantoni-