Hablo, no para dejar de callar
no para expulsar el terror de la muerte
que es silencio infinito,
hablo en la calma de las noches
para saber quién soy,
para reconocerme en el resplandor del velador
sobre un papel garabateado,
hablo cuando todos callan
cuando todos sueñan y nadie me oye
(aunque íntimamente espero que ella me escuche),
hablo conmigo y hablo con mis otros
hablo hasta caer en la ruina de los ojos
anhelando que la noche responda.
Del libro inédito Pasajeros del Vacío
Aldo Novelli-