Allí: Justo en el límite donde las luces y las sombras crean la finitud de sus rituales hay pisadas invisibles cual señales marcando el ritmo de errantes penitentes.
Un difuso color se hace presente, marismas de dolor se vuelven llagas y en pergaminos de hechizadas alas sobrevuelan estremecidos desvaríos.
Sollozan duelo sobre sangre derramada… ¡Espantosa en la quietud del infinito!
Lydia Pistagnesi
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