Sé de la vigilia y del sobresalto
Sé de brumas proféticas
al pie de callejones
con centinelas en acecho
Sé del coraje a paso de hombre
y de las emboscadas
y de seguir sin girar la cabeza
y de las amenazas a espalda descubierta
Así la noche
se sucede en hileras
me amaron
todavía esperan
apuesta sus días a costa de mis noches
en presencia
mira sin comprender
No sé
del último eslabón que desanuda
su respirar profundo
ni cuándo la mano se abandona
al borde de la almohada
ni de los susurros
entre sueños
No sé cómo cubrirlo ni en qué cuidarme
Ninguna estampa puede apartar la pena
que nubla los sentidos
Así la oscuridad
se sucede en hileras
lamer de las migajas
o exhibir el ornamento de los vencedores
María Pugliese –