No hay nostalgia peor que añorar
lo que nunca jamás sucedió – Joaquín Sabina
añoro los brazos que no tuve
la piel erizada del destino
la cama con arrugas
y la almohada del verano
añoro el «te quiero»
los besos que quién sabe
adonde fueron
el cuerpo como lágrima fecunda
y el amanecer en la espesura
añoro el café amargo del adiós
para el reencuentro
la soledad en el winco traducida
añoro lo que pudo y no fue
en esta nostalgia de lo incierto
Elisabet Cincotta-