(a los cantores bohemios)
Se queja el lerdo diapasón de tu guitarra
reclamándole al tiempo las glorias pasadas
Le va “aflojando el tranco a tanta malaria”
buscando lunas viejas que bostezan madrugadas.
Cantor antiguo de cien “boliches bravos”…
si habrán “andando asfalto” tus locos berretines
Aturdido con la encordada bajo el brazo
vas pernoctando por los oscuros “fondines”.
Desperdigando tu emoción a la “marchanta”
en las noches cuando afloran las nostalgias
te “copa” el alma un sentir de “milonguero”
y en cada nota, tu voz trasnocha magia.
Una “murga de cuerdas” habitues de boliches
en sus mesas se acodan los viejos jubilados
y desde el fondo hacen coro ronroneando…
un cortejo somnoliento de “gatos castrados”
Frente a una platea de “grelas en llanta”
con sus filosofías de vidas “bandeadas”…
“cantor de boliche”, vos y tu guitarra
se entregan enteros sin una “mancada”.
Qué mística extraña…cantor de bohemias
perdido en un tiempo de pocas “chirolas”
donde se amontan tantas cosas viejas…
va arreando recuerdos tu gastada gola.
Cuál será el “estaño”, cuál será la noche
que con “siete y medio” se plante tu voz
Cuál será el brebaje que te ofrezca en brindis
un crespón a tu guitarra, un clavel… un adiós.
Ricardo Martins-