Voy trepando el sueño
luego la vigilia
y una luz en el horizonte
promete regresar.
Dimensiono añoranzas
buscándote en el silencio,
en las teclas de Gerber,
en la cicatriz del árbol
y en el cristal de una copa.
Amanece,
el sol me descubre
que frutece la arquitectura
de Dios
en todos los horarios.
Indiferente, la tierra,
sigue su curso
de raíces perdidas
junto a las que van naciendo.
-Y las teclas de Gerber
vigorizan nostalgias.
Betty Badaui-