La imagen de la luna sigue andando
sobre la espalda trémula del río.
Es de plata su lumbre.
Los bordes de la costa la entrelazan
con los hilos sutiles del rocío.
El aire, monte adentro,
la persigue,
se eleva,
desciende,
la acaricia,
se abraza al plenilunio
y juntos,
se adormecen
en la oculta tibieza de los nidos.
Del libro Amaneciendo, Poesías
Julia Burguener