Dejé migajas en la cama
para no olvidarme de ti
dejé la ropa regada
mi maleta abierta de par en par
dejé correr el agua de la ducha largo rato
la música fuerte
dejé migajas en la cama
unas cuantas nada más
esperando levantarme a media noche
refunfuñando por tu risa
limpiando la cama
y de nuevo dormir de tu lado
donde puedo abrazarte
donde muy probablemente
mañana
habrá migajas de vuelta
dejé migajas en la cama
y apilé los libros en la silla
saqué mi guitarra
y junté los papeles
los dejé a la vista
dejé migajas en la cama
pero sólo de tu lado
por si acaso regresas
para así poderte hallar completa
para así poder soltarte
y si es que acaso no regresas
dejé migajas en la cama
para así nunca olvidar.
Del poemario Dejé migajas en la cama
Antonio Andrade-