Pero el que escribe soy yo.
Así que nada de eso de
andarse subiendo por el chorro
con eso de que yo soy la musa,
Yo soy una de las 27,
Que derrito el fuego,
que quemo la música emanada
del corazón del corazón de la tierra,
que bailaría en silencio porque la música ya se acabó,
eso lo dejamos para después,
y es que no he visto nada peor
que esas veleidades
tan poco sutiles.
Está bien, la ley te apoya,
reconozco tu derecho a huelga
y a sindicalizarte,
aunque sé que tus intenciones son mezquinas.
Para ti no corre eso de
arriba los pobres del mundo
porque tú eres tu propio mundo
y de pobre lo único que te va quedando
soy yo.
Del poemario Los silencios bien guardados
Jaime Villanueva Donoso-