Muerte oscura que te llevo
desde que estrené la vida,
como una sombra escondida,
permanente y sin relevo.
Me buscas en cada nuevo
sol que mi ser acompaña
y atenta, por cada hazaña
de los minutos que estiro,
tú, alerta buscas un giro,
para clavar tu guadaña.
Aunque no temo a tu abrigo,
por una lógica norma
evito de alguna forma
el tropezarme contigo.
Sin que me perturbes, sigo
mi andar sin limitaciones
y con nuevas ilusiones
cada día te ignoro más,
aunque tu vengas detrás
pisándome los talones.
Gilberto Justo Cruz Rodríguez-