Escuchar su melodía
sentir que la piel se te eriza
deleitarnos con las palabras
que juegan en la fantasía.
El corazón más palpita
cuando escucha una rima
y el verso como un pétalo
cae, pero no se marchita,
es que renace luego,
en otros labios que lo acarician
y la música lo acompaña
en una tenue sinfonía.
La vida es goce, es sabiduría,
donde las palabras vuelan
y en el corazón anidan
para evocar a la musa,
al hada de la poesía.
Mercedes Arias-