Pregunto a la noche peregrina
por la música
y en los portales del silencio
entro por el lucero
a una nuez abriéndose en el cielo
ahora,
bajo suavemente como una caricia
hasta el amor
los ojos quieren ver por sí mismos
los oídos, oír
el tacto…
pero no pueden
no pueden con la noche…
De ella,
somos las preguntas
los grillos
y más adentro
los sueños de la luz.
María Montserrat Bertrán-