Poemas

Amaré a esa mujer…

Desconfía del que ama: tiene hambre, no quiere más que devorar.

Busca la compañía de los hartos. Ésos son los que dan. – Rosario Castellanos

 

Amaré a esa mujer por la impureza

que descubren sus pájaros salvajes

por los desordenados colores

que ella trae a este mundo, blanco y negro.

Su poesía corrige mis lugares comunes

me pone en evidencia a cada línea.

Apenas la conozco después de tantos siglos

de lavarnos la frente y de juntar las manos:

aquel rigor de látigo obediente que penetró

la carne y dio nombre al pecado y a la culpa.

Los custodios que nombro son piedras

de los templos, la quiebra de los justos.

Ella enseña otra historia, intraducible aún

a esa mitad que un día creyó saberla entera.

Y no hay resurrección ni costumbre que pueda

una vez que vio el fondo de las sombras opuestas.

La salvación no quiero, ese chantaje,

quiero sólo la vida de esa mujer que parte

las mitades que faltan del silencio.

La amaré con justeza de asombro milenario

de misterio reciente, poco a poco,

su libertad y la mía descubiertas

para que sea ella, y yo sea yo.

 

José Antonio Cedrón-

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