-Escrito con agua, en el agua-
De agua y lana, un sueño baladí,
un poema aguachento que iría al agua
en el agua, lo escribí
así asimétrico, sin alcance… ni para agua
Me aguaitabas del otro lado de la aguada
Te miré mirándome con tu mirada aguamarina
Sucumbí ante tu aliento aguardentoso
me sumergí sin aguantarme
Sin reparo, ganas tuve de beberte
Ya lo ves… ¡cuánto tira el agua!
Y no puedo callarlo, ni aguardar
Fue en balde
Al volcarme tu secreto
de tu tapado aguamanil
derramaste agua en un cedazo
agua de nieve y de azahares
Sorbí con mis narices
de un solo trago
tu húmeda piel, que aquel día,
a la oración, olía a agua de ángeles
No hallar en tanto líquido una gota de amor
era no hallar agua en la mar
pero bastó una nada,
una gota de roto cántaro
Un segundo en la clepsidra,
y ¡zaz! …ondeando
un agua-cil rompió el agua del vado
te volcaste sobre tus viejos pasos
huella ácuea siguió tu pie
allí me quedé helado, ahogado,
atragantado con una lágrima,
herido de daño,
te fuiste sin decir agua va,
quise gritarte, llamarte ¿y tu nombre?
¡Nieves! ¡Águeda! ¡Marina!
Se me aguaron las palabras y no pude
nada… ni siquiera nadar…
Carlos Alvarado-