No te imaginé en mi vecindario
porque eres de una urbe
donde no puedo asistir.
Me conmueve
verte a la distancia
con tu rostro
impregnado de misterio,
sola.
Van Gogh te dibujó con futuro
y yo sólo te veo desde el torreón
sin poder dedicarte
ni siquiera un soneto de ternura
joven campesina.
Raúl Pérez Arias-