Los sueños de la razón producen monstruos – Goya
Golpea el salario transparente en mi bolso.
Tiro la cabeza en la silla,
y salen murciélagos que muerden
–con el sonido atroz de sus gargantas–
las puntas negras de mi cabello.
Caminan las piernas en el fango
y la derecha mano recoge piedras
para tirarlas al intruso que pica la hierba.
Golpea tu mano en mi rastro, rastro
de figura colgada de los hilos
que alguna vez dejaste atrás.
Te hablo cuando pretendes estar solo, y cuelgo
de la pared los ojos tristes
que conversaban en los túneles.
Golpea el ruido en la cabeza ausente, mi cabeza
que casi cae
por no encontrarle a la mesa muerta las palabras
que se pierden. Y despierto
y caigo y vuelo, y estoy
golpeando la parte de atrás de un espejo, y cae
como si sonaran trompetas
al
final
del
pasillo.
Golpea mi mano el lápiz, y duerme.
Anabel Vera Suárez-