A Loli Molina, con mi amor de fuego y Primaveras.
Amazona del cielo,
cantora de las flores…,
¿dónde puedo encontrar tu mirada de agua
que nutre la belleza?
Desgrano los susurros
del silencio, la voz de aquello que no cambia,
pero la imagen de tus rosas cósmicas
no me muestra su rostro.
Eres diosa del hombre
ramificado, esencia de la vida
que vuela por los besos en plena floración.
Ante ti las tinieblas
pierden su inspiración y aletean los versos
que nunca se desploman.
Diosa del sentimiento más sagrado.
Ábreme la alborada
que dirige tus pasos y tus sueños
con hambre de jardines
labrados con palabras, sembrados de sonrisas.
Del libro Amantes
Carlos Benítez Villodres-