Mecen sus sueños las lejanas horas
de aquel glorioso y lejano ayer…
y año tras año al despertar coronan,
página entera de la historia toda,
del suelo patrio que nos vio nacer.
Allí descansa… lo que fuera otrora
fuego y coraje, decisión y amor.
Fuerte y ardiente juventud… las vidas,
que por la causa tan común sentida
nos dieran muestras de su gran valor.
Fue la palabra, fue la pluma, el genio
mas no la espada que los vió triunfar…
en las jornadas de aquel magno Julio,
donde sellaran con tesón y empeño…
lazos eternos de argentinidad!!
Fecha imborrable,
días de gloria Tucumán vivió,
cuando reunidos nuestros congresales,
¡fogosos!… unos; ¡decididos!… otros,
dieron el grito que de un polo al otro,
y en todo el orbe con ardor vibró.
¡INDEPENDIENTES!… y el cañón se oyó,
blancas palomas y el azul del cielo,
señor del alba el majestuoso Febo,
queda la brisa que lo acarició.
Se abrieron surcos en la virgen tierra
y la simiente floreció doquier…
y un horizonte de contornos nuevos
el Dios eterno le mostró a su grey.
Y verdeguearon las praderas patrias,
el agua mansa se escurrió también
y el ave en torno del alegre día,
dulce en sus trinos esparció alegrías…
¡cual si aguardaran el momento aquel!
9 de Julio… al despertar la aurora,
mecen sus sueños las lejanas horas
de aquel glorioso e inolvidable ayer.
La Patria libre e independiente aflora,
¡página eterna de la historia toda…
Del suelo patrio que nos vio nacer!
Domingo R. Totino-