Me envuelvo en las palabras
como un manto protector.
La poesía me separa
del áspero mundo de las manipulaciones
mecánicas y normalizadas.
Desciendo recordando
el abismo del destino.
Me faltan las palabras redentoras,
para alumbrar las tinieblas humanas,
sacudidas por el estruendo de los monstruos
industriales,
las bombas, el dolor,
que no dejan percibir
el triste susurro del alma.
No me puedo sorprender
que me falle una y otra vez,
la palabra
para pintar la realidad.
Daniel Gorosito-