Vicente Huidobro
Tan lejos de la piedad, como de la queja,
tan extraño a la palabra como las nubes
inconmovible a la revelación
como si mi oficio fuera hueco de distancias,
lejos del tiempo como la historia
tan cerca de uno mismo
como niños a las bufandas
a los párpados en el sepulcro
cuando las revelaciones del color se rompen,
y a cada frase le corresponde un dueño
en mi jardín avanza un pájaro,
caen comillas, corchetes,
un subrayado sobre una rueda de música persistente
como un molino vagabundo que jamás se demora en la elegía al partir.
Jaime Icho Kozak-