Poemas

Dulce despertar

El corazón henchido por el canto

del pájaro conmueve la mañana,

cuando etéreo traspasa la ventana

en terciopelo de sublime encanto.

 

En el ritual del oferente manto

abreva el alma para estar lozana

con la soberbia limpia y soberana

siembre buscada y añorada tanto.

 

El día va encontrando su camino

teniendo por logrado calendario

en tránsito de un cálido destino.

 

Bendice el corazón el canto diario,

apenas silbo, casi siempre trino,

con que a rebato vibra el campanario.

 

Del libro Pensador Furtivo

Jerónimo Castillo-

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