Dinteles herrumbrados.
La puerta no abre,
se crean pasadizos en afán de salir
y secretas sendas.
En la caverna, (pequeña noche),
ya no caben los pensamientos
y la lumbre que en rajas ilumina
marca hendijas de sol,
mas no cielos…
Orfandad del azul-
La puerta hermética, resguarda,
no tiene llamador.
La paciencia, o el empeño
en conjuro de noches
o supuestos días
inventará la salida
y en fino sendero de luz,
dejará transitar el alma.
Haidé Daiban-