Sigo abrazada
a su camino.
Con el alma en bandolera
de equipaje.
Por momentos no hay voces
que me guíen hacia el próximo destino.
Pero llega su acento
que se entrama entre mis letras
Las tijeras del tiempo no acortan
mi espera…
Siento que sus decires me aferran todavía
y me llevan por el anden
de sus palabras
dulces
adormideras.
Y así navego por un cosmos
que nos une
en una suerte
de creación sentida.
Victoria Asís-