Hoy, en una hora que sucedió hace mucho,
en un momento del que nada ni nadie se apiada,
mientras llueve una lluvia sin virtud, sin dominio;
un vaso se vuelca, derrama un líquido invaluable,
se corta justo a la mitad cuanto liga a la vida
con lo que colma el plato, desde ahora para siempre perdido.
Nada basta, en adelante. Nada sacia
el apetito del muslo, los astros.
Y el silencio se curva, el sonido se expande
más allá de lo que alcanza el diapasón,
cuerpo sobre cuerpo en la áspera madrugada:
¿Qué se amputa cuando no hay remedio?
¿Qué se hunde cuando las agujas dejan de tejer?
¿Qué se esconde debajo del grito último,
el apresurado remiendo, cuando ya no sirve la palabra?
San Miguel, setiembre 15, 2015
Del libro Radiación de fondo
Carlos Barbarito-