Si por sentirme hoy serena
con el sereno encanto de la noche
te hablara acerca de la luz inalcanzable del lucero
si hoy te asegurara
que puedo ver los múltiples matices de la luna
y oir cómo un ópalo perfectamente claro
se mece y adormece
sobre la superficie órfica del mar
sé bien que volvería sobre notas repetidas
y no sería éste un tema original.
Pero es incuestionable
que ha sido necesaria una armonía
más alta que la alta cima de un coihue
más calma que un atardecer en las laderas
para crear la belleza que despliega
la luz lunar que espeja en el lucero
y brinca sobre el mar.
Ketty Alejandrina Lis-