(A Antonio Esteban Agüero)
“Yo no quiero morir. Es imposible
que yo pueda morir mientras la vida
siga viva en jilgueros y caballos…” – A. E. Agüero
En el valle de Conlara
escuché tu voz profunda
y cantarina
que trajo a mi memoria
viejos versos amados
entre sonidos del silencio.
Tu voz que habla del hombre,
el árbol, las raíces
y esa ansia de infinito,
serena o torrentosa,
buscando a Dios
entre las piedras
de esa tierra hermosa,
con águilas en vuelo
en libertad infinita
en el cielo siempre azul
de tu provincia.
Escuché tu voz,
Capitán de los pájaros,
sus arrullos y trinos
con miles de caballos
briosos y libres
galopando al unísono
para sacar de su modorra
a Buenos Aires.
Capitán de la luz,
el canto, la pureza.
La fuerza de quien sabe
lo que quiere
aún nos llega
golpea nuestra alma
y nos dice que es posible
cambiar con versos la vida.
Digo Antonio Esteban Agüero
y me siento feliz al recordarte.
Del libro Camino a la raíz
Dora Giannoni-