a Jorge Campillay, en la noche de las Cordilleras
Ah, la noche es tan frágil…
acaso un mero sobresalto de la magia constelada
Por eso yo me asomo en sus orillas
hacia el abismo infinito
procurando un alba indecisa
Y al vino lo aúpo en mi regazo
para que me enseñe a ser un hombre
desgarrado entre estrellas y cenizas
Luis Alberto Taborda-