para plantar un fresno
hicieron un pozo
en la esquina donde está mi casa
pasaron las nubes del verano
los rastros de mayo
y el pozo fue cubriéndose
de sustancias innobles
plástico, grandes huesos
un poco de cemento, latas
estas noches
en que no duermo
oigo
murmullos terribles
silencio, insectos
salir del pozo hacia otra negritud
quizás
esta sea la esquina del universo
y el hueco llegue
hasta el ojo de fuego
de la Tierra
acaso
los muchachos regresando del baile
la vecina y sus bolsas
los obreros en su veloz agobio
arrojen también allí
un azar de reconcentrada materia espiritual
y permanezca yo
insomne todavía
entre una calle y otra del universo
oyendo secretos ruidos
y
los rápidos pasos del amanecer.
Alejandro Schmidt-