Poemas

Humanidad de barro

 Han callado los himnos

que en el alma me habitaban.

Por eso vuelvo

con el grito del silencio

a buscar crepúsculos despiertos,

en las vetas anquilosadas de mis pasos.

Mi mirada es un océano de piedra

donde golpean los inviernos

sus placeres de triunfo.

Por mis venas

cruzan relámpagos de fuegos

como enormes cicatrices.

Estoy frente al sabor de la desdicha

con una cruz de llanto entre mis manos,

y el cansancio de la luz

desvaría sobre mi humanidad de barro.

Pero sé que aún desde las grietas

donde la muerte hace pactos con el cielo,

vendrá el abrazo apenas perceptible

desde la piel de un ángel sin rostro ni memoria,

que llenará de músicas mis lágrimas

para reconciliarme con Dios y con la vida.

Víctor Hugo Tissera- Del libro Detrás de la mirada

 

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