En la soledad de los pasillos
por las noches las puertas
se abren y cierran silenciosas.
Pasa el dolor, el desamor,
los furtivos soldados de la muerte
olvidados avanzan
por las fronteras,
acechando una y otra vez
saboreando
el desquite
silencioso
de otras vidas.
Norma Padra-