Si me olvidas algún día
qué será de mí, de mi poesía.
Iré a los tumbos, en llanto por la vida,
mis letras quedarán en un rincón perdidas.
Como fantasmas locos persiguiendo
en la noche un sueño, aún latiendo,
veré morir el brillo de la luna
que llorará escondida en la laguna.
Y el sol se perderá en el horizonte,
víctima del olvido, detrás de un monte,
mientras el viento arrancará en su huida
jirones del amor, si tú me olvidas.
Será una noche hueca, muy oscura,
dolor acompañado de locura
y en la soledad fría, temida,
sentiré el último aleteo de mi vida.
María Raquel Leonelli-