El silencio en sus voces dicta cartas que nadie
escribirá/ mientras se besan ellos/
se murmuran se enjugan se acarician
el mundo espera afuera -en otro mundo-
como niños que miran su aspiración
los amantes no saben su tamaño/
sólo se homenajean engrandecen celebran
cruzan ríos colinas se dan tregua se beben
se deshacen de cuerpos que tuvieron pasado
entre sus cuerpos
izan sus manos nuevas liberan territorio
centímetro a centímetro
pero nunca se expropian ni se toman rehenes
ni conspiran ni endeudan
y con líneas ya libres de fronteras
se dibujan, dibujan y dibujan
y se iluminan tanto que hasta se transparentan
como una hoja mirada por el sol.
José Antonio Cedrón-