He buscado el cobijo de mis lágrimas regresando a mi particular infierno,
ese que todos alguna vez llevamos dentro.
Anteayer me despedí de las caricias que te daba al rozar tu cintura.
Y el amor se alejó vistiéndome de negro.
Me gusta el color negro aún hoy, cuando sigo errante…
Josep Esteve Rico Sogorb-