Poemas

Otoño

Arregla los papeles. Es ya tiempo. No temas

al rigor del invierno. Aún hay fuego. Arde

un rescoldo de amor y al fulgor de la tarde

nacen aún los besos, los poemas.

 

Después de todo, mira, no importa, hemos vivido

al borde cotidiano del asombro,

una mirada basta, la voz con que te nombro

basta para olvidar la muerte y el olvido.

 

¿Para qué regresar en busca de la aldea

natal? El tiempo pasa. Si abres la ventana

de nuevo nace el mundo. Déjame que te vea

a la orilla del alma, real, mía, cercana.

 

Somos hambre, penumbra, testimonio de seres,

nada nos pertenece, somos rumor profundo

del prodigio que pasa. Escúchame, no esperes

nada más. Mira. Ama. Despídete del mundo.

 

Carlos Martín-

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