Ojos son los tuyos y no los míos,
ya que los míos se desvanecieron al ver los tuyos.
Ojos al infinito de mis recuerdos, ya bien sepultados.
Ojos del infierno que me consume cuando el iris capta
a través de la realidad, tan inverosímil, tan clara y mordaz.
Ojos, ¿Ojos? ¿O ya no son ellos los que ven?
¿Mi alma puede ver en realidad? Ahora, por ejemplo
lo estoy haciendo con tanta facilidad.
Entonces… ¿Mi alma tiene ojos?
¿Qué son en realidad los ojos?
¿La nada misma será?
Aunque la nada es tan perfecta, como tus ojos.
¿La nada no serás tú?
Imanol Prieto-
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